sexta-feira, 26 de fevereiro de 2016

Pedro Corzo titula: Raúl, el pacificador


Por Pedro Corzo*
22 de febrero de 2016

Es muy difícil comprender el papel de pacificador en diferendos internacionales que pretende interpretar el dictador Raúl Castro, rol en el que cuenta con el respaldo de gobiernos y dignatarios extranjeros, cuando los ciudadanos de la isla viven bajo un clima de represión, inseguridad y miedo.
Recurrir a Cuba como sede para encuentros de paz y conciliación de partes en disputa es una profunda ironía, porque el gobierno le niega con violencia y encarcelamiento a sus opositores, el derecho a expresarse, manifestarse libremente, y organizarse en partidos políticos que puedan convertirse en alternativas de poder.
No obstante hay que reconocer que el gobierno de los hermanos Fidel y Raúl Castro han creado un ambiente muy especial para que encuentros internacionales que demandan extrema discreción, puedan realizarse en la isla en un marco de seguridad que quizás solo pueda ser superado por Corea del Norte.
En el mundo exterior se conoce la circunspección de los funcionarios cubanos, también que el país cuenta con un excelente servicio de inteligencia que muta a diplomático o publicista, según las necesidades y conveniencia.
Otro punto de atracción para los negociadores de conflicto es el control que ejerce el gobierno sobre la prensa nacional y extranjera al interior de la isla.
Los medios están censurados y los periodistas nacionales y extranjeros están sometidos a una fiscalización extrema que incluye el contenido de las informaciones que trasmiten, pero también, el acceso a los recursos técnicos que hacen posible la divulgación de los debates y posibles acuerdos.
Las entradas y salidas del país están estrictamente controladas, condición que significa un sin número de limitaciones para los que rechazan el encuentro de partes en conflicto.
En lo que respecta a los habitantes de la isla el control es aún más estricto. La curiosidad en la isla puede ser considerado un delito, al extremo, que el ciudadano está habituado a no preguntar el por qué un área está cercada y qué ha motivado un despliegue policial. Tampoco se acerca a la residencia de los funcionarios y evita acercarse a las embajadas.
Al individuo se le ha inoculado por décadas la idea de que lo que no está expresamente permitido está prohibido. La inseguridad es un sentimiento compartido en toda la sociedad, al igual que la desconfianza y la desinformación. 
Cuba: policia, miedo y represión  




El temor a las autoridades está ampliamente extendido, el sujeto no sabe cuándo un funcionario policial va a recurrir a la sacrosanta acusación de que “Ud. está atentando contra la seguridad del estado”, lo que puede acarrear prisión, con el riesgo de que al carcelero se le olvide donde dejó la llave.
El miedo está en todas partes, en cada esquina y rincón del país. La incertidumbre es una certeza que angustia. El sujeto es capaz de reprimir sus pensamientos para evitar la indiscreción de la palabra.
La primera evidencia de que Cuba podía ser un remanso de paz para los extranjeros, no para los nacionales, fue la decisión del gobierno de Colombia de dialogar en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, un viejo aliado de la dictadura que recibió por años el respaldo militar y logístico del régimen de la isla.
Por supuesto que sorprendió que el presidente Juan Manuel Santos no considerara que su delegación podía ser espiada, tomando como referencia las estrechas relaciones entre el anfitrión y su contraparte, pero es posible que los encuentros fueran simplemente la crónica de un entendimiento previamente acordado. 
II Cumbre Celac 2014, La-Habana 

Posteriormente, en el 2014, se celebró en La Habana la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, todos los mandatarios que participaron habían sido elegidos en comicios secretos y plurales, pero ninguno puso reparos a que la cita fuera presidido por un dictador dinástico, que había heredado el gobierno por designación de su hermano, sin que la voluntad popular hubiera podido manifestarse al respecto.

Francisco y Kirill, La Habana

Por último, la cita en la capital cubana entre el papa Francisco y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, aparte de atentar contra la memoria de los numerosos jóvenes que murieron frente al paredón gritando “Viva Cristo Rey”, el honor de los que se encuentran en prisión y la golpiza que reciben religiosamente las Damas de Blanco todos los fines de semana, permite considerar que La Habana puede convertirse en una seria rival de la ciudad de Ginebra en Suiza, en eso de servir a los usos de la diplomacia a favor de la Pax a lo cubano.

* Pedro Corzo, Periodista y Director del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo
http://www.gentiuno.com/22/02/2016/pedro-corzo-titula-raul-el-pacificador/

PARTIDOS POLÍTICOS: ¿ESTATALES O PRIVADOS?


Hoy día los partidos son todos iguales; comparten las mismas ideas tecnoburocráticas “gerencialistas” y “sociales” o “progresistas”


Por Alberto Mansueti
21 febrero, 2016

 
Los partidos políticos son tan viejos como la humanidad: siempre los hubo, tanto de derechas como de izquierdas, en toda época y en todas partes.
Ya en la antigua Roma por ej., un rico aristócrata llamado Tiberio Sempronio Graco (164-133 a. de C.), fundó con su hermano Cayo el “partido plebeyo”, o sea de los “proletarios”. Los Gracos impulsaron la “Reforma Agraria”, un rotundo fracaso, como siempre; pero ha sido y es hasta hoy la gran bandera del socialismo: punto 1 del “Programa Mínimo” del Manifiesto Comunista de 1848.
Los Gracos eran como los Kennedy: no venían de las filas proletarias sino del patriciado, como casi todos los jefes de la izquierda. Las palabras “izquierda” y “derecha” nacieron cuando la Revolución Francesa, pero no los conceptos que designan: “izquierda” significa política utopista; y “derecha” significa política realista. Anótelo por favor. Ideologías, políticas y partidos utopistas y realistas los hubo siempre.
Lo que ahora casi no hay, y es falta muy lamentable, es democracia representativa, la sana y verdadera, completa, con sus partidos de izquierda, de derecha, y de centro (lo que sea que “centro” signifique). Hoy padecemos una “democracia” insana, patológica y hemipléjica, incompleta y falsificada, con sus  partidos de izquierda, de izquierda, y de izquierda. De esa forma el sistema nos pone a escoger entre candidatos y programas todos de izquierda, más dura (bolchevique) o menos dura (menchevique); y eso es todo.
¿Cómo ha sido ese cambio para mal?
Hasta hace unos 50 o 100 años más o menos, los partidos políticos expresaban diversas corrientes de pensamiento y opinión, utopistas y realistas, dentro de la sociedad civil, en una democracia normal. Ya desde sus nombres, los partidos declaraban abierta y honestamente sus ideas y doctrinas: se llamaban socialistas, comunistas, laboristas, republicanos, demócratas, liberales, conservadores, democristianos o nacionalistas.
Y eran privados. Es decir: sus líderes y cuadros activistas, afiliados y simpatizantes, dictaban ellos mismos sus parámetros ideológicos y sus Estatutos, elegían sus autoridades y las renovaban (o no), les financiaban con su propio dinero, y seleccionaban libremente sus candidatos a cargos públicos, en modos y maneras decididas internamente por ellos mismos, sin “ley de partidos políticos”. Sin intromisión alguna del órgano electoral del Estado, que sólo fungía como árbitro en las elecciones.

Fidel Castro votando. ¡Qué contradicción!  





Cuando en un partido surgían disputas internas, las facciones afectadas podían recurrir a los jueces ordinaries y corrientes. No se usaba tampoco tomar dinero de los contribuyentes para dar subsidios a los partidos o a los candidatos, cosa absurda. ¿Cómo los impuestos pagados por un ciudadano comunista van a financiar un partido anticomunista o viceversa? Esto es totalmente ilógico y antidemocrático.
En partidos privados, todas las decisiones eran del ciudadano; no del órgano electoral del Estado. Si a Ud. no le gustaba un partido, o su doctrina, o su manera de financiarse, o de elegir autoridades o seleccionar candidatos, pues Ud. simplemente no votaba por ese partido, no lo apoyaba con su trabajo voluntario o con su dinero, no se inscribía en ese partido, no acudía a sus eventos y reuniones. Ud. podía votar por otro, que era diferente, o afiliarse a ese otro, o contribuir con ese otro, ¿me explico?
No se satanizaban las “listas sábana” porque eran partidos ideológicos, e informaban al público que el partido socialista postulaba candidatos de esa tendencia, y el partido comunista igual, y los demás de las distintas tendencias del espectro izquierda-centro-derecha. Así se sabía de antemano lo importante: políticas de qué signo impulsarían, sin tanta perentoria necesidad de investigar minuciosamente los detalles de los curriculum vitae.
Hoy día los partidos son todos iguales; comparten las mismas ideas tecnoburocráticas “gerencialistas” y “sociales” o “progresistas”. Y no son privados: fueron secuestrados, y convertidos en apéndices o brazos del Estado, mediante las leyes (malas) de partidos, previas otras campañas de satanización, a saber:
Han satanizado el financiamiento privado, cuando lo satánico es el estatismo, o sea la potestad del Gobierno en el poder para conceder o negar favores de todo orden, los cuales van a beneficiar a los partidos oficialistas de turno, y a sus financistas, obviamente. Han satanizado también la “proliferación” de partidos, y los ya establecidos o del sistema exigen altísimo número de firmas a recoger por los emergentes; así impiden surgir a nuevos partidos que puedan desafiar el status quo.
Respecto a la vida y la democracia interna de los partidos, no permiten que sus afiliados decidan: los burócratas fijan todas las reglas, y actúan como “Súper-Comisarios”. Establecen por ej. cuotas fijas obligatorias para mujeres, y otras “minorías” (¿?), dicen para “evitar discriminación”; y así fijan más o menos subrepticiamente otros tantos parámetros ideológicos y de funcionamiento según la “política correcta”, que así se vuelve incuestionable e intocable …
Por esto los partidos adoptan nombres insulsos e insignificantes, que no informan, no son transparentes; y las campañas electorales tratan sólo de anécdotas o chismes de la vida personal de los candidatos, casi nunca hay propuestas serias, y no se discuten doctrinas ni sistemas de Gobierno.
¿Solución? Devolver los partidos políticos a los ciudadanos; a la sociedad civil. ¿Cómo? Reprivatizarlos; ¡es la única forma!

http://www.periodismosinfronteras.org/partidos-politicos-estatales-o-privados.html

O EIXO DO MAL LATINO-AMERICANO E A NOVA ORDEM MUNDIAL - HEITOR DE PAOLA

Um mega-esquema, arquitetado há muitas décadas, que inclui projetos nefastos de reengenharia psico-social de alcance global, capitaneado por uma elite sem escrúpulos, anticristã, e que conta com uma ampla rede de apoio na qual se incluem os bilionários metacapitalistas. A chamada “Nova Ordem Mundial”.
Com algumas agendas comuns, revolucionários neocomunistas prontos para dominar todo um continente, a partir de uma aliança soturna disposta a “resgatar na América Latina o que foi perdido no Leste Europeu” com o desmantelamento da União Soviética: o Foro de São Paulo, o sustentáculo do Eixo do Mal Latino-Americano.
Para compreender o papel do Brasil nesta peça, bem como os riscos que a nação brasileira corre, a obra de Heitor De Paola é imprescindível. O envolvimento existencial do autor, o resgate da avaliação histórica e política de fatos decisivos do século XX, a clareza na exposição das conexões entre fatos e agentes históricos, além da notória erudição de Heitor De Paola, fazem de ‘O Eixo do Mal Latino-Americano e a Nova Ordem Mundial’ não somente um antídoto contra a alienação ideológica, mas um tributo à excelência intelectual e à responsabilidade histórica.


http://loja.observatoriolatino.com/index.php?route=product%2Fproduct&product_id=50

Coronel (r) del Ejército Luis Villamarín: último plan por cumplir de la revolución venezolana es atacar a Colombia

Foto cortesia comunidad de Caquetá
Febrero 25, 2016


En entrevista con Nocturna RCN, el Coronel (r) del Ejército Luis Alberto Villamarín, afirmó que las FARC no firmarán ningún proceso de paz porque no está entre sus objetivos. El militar explicó que Venezuela tiene un plan de defensa cruel llamado “Guaicaipuro”, en donde se estipula que uno de los planes es atacar a Colombia.
Por otra parte, Villamarín explicó que la paz que se está consolidando no es verdadera, sino que las negociaciones buscan un Premio Nobel de Paz.
Audio: http://www.rcnradio.com/audios/coronel-r-del-ejercito-luis-villamarin-ultimo-plan-cumplir-la-revolucion-venezolana-atacar-colombia/

quarta-feira, 17 de fevereiro de 2016

EEUU: No apoyen a las negociaciones de Colombia con la organización narcoterrorista FARC.


 Para el Congreso de los Estados Unidos de América: No proporcionéis apoyo financiero o político a las negociaciones de Colombia con la organización narcoterrorista FARC.
Los suscritos pedimos respetuosamente a los miembros del Congreso de Estados Unidos oponerse a la ayuda financiera que pretenden poner en práctica los acuerdos entre el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y la organización narcoterrorista FARC. Los instamos a oponerse a cualquier tipo de apoyo político a esas negociaciones y a respaldar, por el contrario, al pueblo de Colombia el cual ha sido víctima de la violencia y de la persecución que, durante décadas, las FARC han desatado contra la población civil y contra las fuerzas armadas.
Si bien los colombianos anhelan la paz, la inmensa mayoría de ellos está en contra de los principales puntos del acuerdo Santos-FARC: rechazan que las atrocidades cometidas por las FARC queden impunes; que los terroristas de las FARC puedan participar en política, que se les entregue el control de vastos territorios del país; que se le permita al grupo terrorista FARC conservar sus armas y sus recursos financieros de procedencia ilícita. Los colombianos entienden que dicho acuerdo no traerá la paz, sino que reforzará a las FARC, organización que sigue proclamando su objetivo de siempre: abolir  el gobierno democrático de Colombia.
El apoyo de Estados Unidos al acuerdo Santos-FARC servirá para condenar a los colombianos a vivir en un narco-Estado fallido. Ayudará a consolidar a los terroristas que han atacado las compañías estadounidenses, que han secuestrado y asesinado ciudadanos de Estados Unidos por considerarlos “objetivos militares”, que han inundado con cocaína y heroína, desde hace décadas, el mercado de Estados Unidos.
Mientras resurgían  regímenes  autocráticos en el hemisferio - como los de Venezuela, Ecuador y Bolivia - Colombia ha seguido siendo el aliado más antiguo y más firme de los EE.UU. en la región. Sin embargo, la financiación y el apoyo al acuerdo Santos-FARC es una traición a las personas que han luchado junto a los EE.UU contra el tráfico de drogas y contra el terrorismo, y equivale a desperdiciar los 10 mil millones de dólares que los contribuyentes de EE.UU. invirtieron en esa empresa.
Durante diez años, los EE.UU. y Colombia cooperaron con éxito, mediante el Plan Colombia,  en la reducción y destrucción de gran parte del negocio de la droga de las FARC. Sin embargo, en los últimos cinco años, y durante el proceso de paz, las FARC se ha hecho más fuertes, más ricas y mejor armadas. Mientras que participaban en la llamada “negociación de paz”, las FARC siguieron comprando armas. Hoy son de nuevo los principales productores de cocaína del mundo, el tercer grupo terrorista más rico del mundo y uno de los más sangrientos.
Este mes, la ONU reveló que el número de ataques armados de las FARC se triplicó en 2015, en comparación con 2014, y que ello generó el desplazamiento de 3.700 familias.  Se supone que esto hace parte de la recta final de las negociaciones “de paz”. Ni uno solo de los 2 700 secuestrados que siguen todavía en poder de las FARC, según los estimativos, ha sido puesto en libertad gracias a las negociaciones. Las FARC todavía  mantienen en sus campos cerca de 2.000 niños como esclavos sexuales y como combatientes, no ha liberado uno solo de ellos y sigue  reclutando niños por la fuerza, cuyas edades promedio es de 12 años, según la UNICEF. A pesar de estar de acuerdo con una iniciativa destinada a eliminar las minas antipersonas, las FARC han admitido que han plantado nuevas minas donde el Ejército las había retirado. La extorsión en las zonas rurales también se ha disparado. Y mientras hablan de “paz”, las envalentonadas FARC siguen emitiendo amenazas de muerte, y declarando como “enemigo de la paz” y “objetivo militar”, a todo aquel que se oponga a las negociaciones. El mes pasado, las FARC lanzaron una amenaza de muerte contra el líder de la Asociación de Ganaderos  de Colombia y su familia, sin que el gobierno de Santos haya reaccionado.
Las declaraciones públicas del gobierno de Santos en el sentido de que las FARC no tienen dineros de procedencia ilícita, que no son narcotraficantes, que deben ser retirados de la lista estadounidense de organizaciones terroristas, y que son dignos de confianza, son asombrosas y deben abrir los ojos a Estados Unidos sobre la credibilidad del gobierno de Santos.
También es falsa la afirmación del presidente Santos de que los colombianos tendrán la última palabra sobre las negociaciones de paz. Después de haber prometido públicamente un referéndum, Santos lo repudió y llegó a decir que nunca lo había propuesto. Enseguida propuso un plebiscito, redujo al 13 % el umbral de aprobación del 51% y aun así ese sistema de validación parece congelado. En  lugar de eso, Santos propuso una ley que crearía un exiguo comité para ratificar los acuerdos sin pasar por el Congreso y sin consultar al pueblo colombiano. También inventó una ley que le daría el poder de gobernar por decreto para aprobar todos los acuerdos con las FARC. Esos no son pasos hacia la democratización sino hacia la creación de un régimen autocrático.
Los colombianos no quieren ser gobernados por una banda terrorista armada y financiada por la droga, que no ha adquirido estatura política gracias a acto alguno de verdad, de arrepentimiento, de contrición, de enmienda o de reparación. Eso sería devastador no sólo para Colombia, sino para la estabilidad de la región.
Si el Congreso de Estados Unidos quiere ayudar a restablecer la democracia, los derechos humanos, la justicia y el Estado de Derecho en Colombia, no debe financiar ni respaldar los acuerdos Santos-FARC.
Esta petición es presentada en nombre de las siguientes organizaciones no gubernamentales y de particulares: Verdad Colombia; UnoAmérica; Ricardo Puentes Melo, Director de Periodismo Sin Fronteras; Jaime Restrepo, Director de la Asociación de Víctimas de las Guerrillas y del Terrorismo (AVGT);  Fernando Vargas Quemba, Director del Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla (VIDA); Libardo Botero, Director de Periódico Debate; por los periodistas Eduardo Mackenzie, Plinio Apuleyo Mendoza, Andrés Candela; historiador y profesor de la Universidad de Antioquia Dario Acevedo Carmona; escritor y ex-miembro de la Comision de Paz Jaime Jaramillo Panesso; y todo el que la suscribe.
* Lia Fowler

FIRMAR:
https://www.change.org/p/el-congreso-de-los-estados-unidos-de-america-the-united-states-congress-eeuu-no-apoyen-a-las-negociaciones-de-colombia-con-la-organizaci%C3%B3n-narcoterrorista-farc